ROLANDO GARCIA BERTONCINI

La mayoría de las veces que decido plasmar por escrito cualquier  idea que reposa en mi mente, me pregunto a quien le estoy escribiendo.

Ésta no es una excepción, sobretodo que sé, una parte de los lectores se identificarán con alguno de los dedos de este relato…Sí, dedos!

La historia comienza cuando alguno en algún lugar, viendo caballos comenta

que cada aficionado al Caballo Peruano de Paso debería ‘’ubicarse’’ en lo que sabe y no sabe…y me quedé pensando en eso, pues sabido es que menospreciar cualquier conocimiento es menospreciarse a sí mismo. El comentario salió por una diferencia de criterios, evidentemente.

Menospreciar cualquier dedo de una mano, sería un perfecto absurdo.

Vamos al cuento. Por alguna razón que todavía desconozco, viendo mis manos se me ocurrió, tal vez de manera muy simplista, hacer una analogía de una mano de 5 dedos, con las ‘’ubicaciones’’ de los que estamos en estas lides del Caballo Peruano de Paso.

Comenzaré por ‘’todos’’, es decir toda la afición. En ese primer dedo, estamos el 100% de los que de una manera u otra disfrutamos de la ‘’fiesta’’ de nuestro Caballo.  Algunos estarán porque les gusta la forma que camina, ya sea solo para verlo o para montarlo.  Aquí también están los llamados ‘’sabios’’ y también los que saben y reconocen que siempre se puede aprender más…y hay de los que ni lo uno ni lo otro! Todos!

En ese segundo dedo de nuestra mano, se ubicarían los tan buscados y no siempre bien ponderados, preparadores. Aquel hombre de a caballo y a pies, que se entiende, tenida su necesaria paciencia y sapiencia, con los animales novatos, que no saben mucho o nada, de lo que esperamos de ellos. Obviamente nos referimos al cabestreador, embozalador, enfrenador y ayudantes.

Hay un tercer dedo, que no necesariamente lo ‘’cubre’’ el segundo dedo y es el presentador!  El hombre o mujer que se conecta con su cabalgadura, que conoce de ‘’hablarle’’ a su caballo y sacarle lo mejor de él frente a la audiencia, pero sobretodo frente a quien lo juzga, pues después de todo, la presentación es para hacerlo bien y ser bien clasificados o no? Bueno esa ‘’magia’’, no la tiene todo el mundo…No todo el mundo entiende la dinámica de una categoría que incluye muchos aspectos.

Desde luego, hay un grupo sin el cual nuestro Caballo, no evolucionaría y es el cuarto dedo, el Criador! Que habría espacio para hablar largo sobre lo que un Criador realmente es, pero no es el propósito de estas líneas, aunque tengo que decir que como en todo, hay ‘’genios’’ que al cabo de una sola cría lo saben ‘’casi todo’’.  No es así?

La mano completa, tiene su quinto dedo sí, y les guste o no a algunos, el día del Concurso llegará él o los jueces y ‘’dictaminará(n)’’ un fallo, clasificando a su criterio los concursantes el día de la prueba.  Pero es eso, una película del día, ya no una foto, pues la categoría puede tener ‘’altas y bajas’’.  Éste tema sería también objeto de profundas discusiones y como estamos atravesando por unos cambios sin precedentes hoy por hoy, mandatorio el estar involucrados desde cada dedo.

Saben, yo sé que alguno le podría parecer ‘’simplista’’ esta idea extraña, de la mano del Caballo Peruano de Paso con sus cinco dedos. Sin embargo, el mensaje fundamental es: ‘’Si, ubiquémonos…pero tan importante como ubicarse, es primero entender cada dedo y respetarlo.”

Cuantas veces no hemos oído a necios hablando de que el caballo está ‘’mal enfrenado’’ cuando nunca en su vida han enfrenado o estado al lado del enfrenador…y los que critican al chalán que presentó el caballo ‘’mal’’ cuando jamás han entrado a un campo de juzgamiento a presentar un caballo…

Cuantas veces hemos criticado a criadores porque en un Concurso no le fué bien y lo que realmente ocurrió es  que no hubo buena preparación y además pésima presentación…Estas cosas pasan.

Cuantas veces no se han criticado y seguirá ocurriendo, fallos de jueces, y aquellos que han criticado, jamás han tenido que ordenar ni 10 caballos en una categoría…Los famosos ‘’jueces de la banca’’.

El mensaje más importante que quisiese dejar es: Trabajemos en armonía, con inteligencia, pero con la visión de un futuro deseable y posible, donde haya espacio para todos, sin críticas estériles que no conducen a absolutamente nada, solo al mezquino deleite de los que sólo viven de la intriga de toda la mano.